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Yo quise ser el Papa Roberto I, de Falla (Final)

Yo quise ser el Papa  Roberto I, de Falla (Final)

Como niño escuchaba los comentarios de  que miles de niños habían viajado a los Estados Unidos, gracias a la decisión  y el apoyo d e la Iglesia Católica para  que nos los procesaran  como carne enlatada rusa. Después supe que eran los llamados Peter Pan, muchos, quizás la mayoría  d e ellos  nunca pudieron volver los ojos atrás ni para una mirada de regaño o de amor de mamá y papá, también supe  de asesinos  que desviaban aviones o hacían acciones terroristas y encontraban refugios en templos  de la Iglesia como un Ángel María, quizás por eso le dieron cabida, de apellido Betancourt.

 Poco a poco la exclusividad familiar y aristocrática del refugio espiritual en Falla, por lo de Falla Gutiérrez, propietarios de grandes extensiones de tierras, centrales  y de la Capilla San Laureano, ubicada aún en el camino al central Adelaida, hija, se fue ocupando, cada domingo,  poco a poco de los humildes sin que nadie reparara si se andaba con un lujoso vestido a la medida o los zapatos  rotos.

 Allí, según Arquímedes Guevara, ya con 80 años, iba la familia y los de la aristocracia obrera, y el cura, asegura, siempre formaba parte de la nómina de pago del central, y nunca se sintió insatisfecho.

El cambio se notó en todo lo alto cuando en la torre del central desapareció el nombre Adelaida y el Enrique Varona, fue de todos los trabajadores.

 Ya con los sueños rotos de llegar a ser papa,  decidí, por lo menos, mantenerme ligado  al culto eclesiástico y ser el padrino de Humbertico, el hijo de mi prima Miram. Pero siempre hay alguien en estado constante de alerta: -“Sabes que si te ven en la Iglesia, lo seguro es que nunca más puedas dar clases en la Miguel Calvo”,  la secundaria bàsica del poblado. Me volví a estremecer y tuvo miedo de perder, a los 17 años mis inicios en la profesión de profesor de Historia. Así y todo, la palabra estaba empeñada y fui su padrino. Desde cerca, a escondidas, desde la Terminal Ferroviaria vi todo el movimiento familiar y de amistades en función del  bautizo. Fui padrino por dirigido, y quizás por eso, por mi cobardía, nunca de su boca salió la palabra Padrino.

 Sentí la sensación de retroceso o los que me hicieron el proceso de ingreso a la  Juventud Comunista en 1970, en un centro educativo militar,  eran unos valientes adelantados, sin prejuicios religiosos. Fui interrogado sobre mis creencias, la de la  familia y parientes cercanos, y lo que nunca hice en la iglesia, ahora sí, me confesé. Rieron de mis pretensiones papales y elogiaron la fortaleza de mi padre, y quizás la dialéctica entre la firmeza atea de mi progenitor y mi madre, devota d e la Virgen Santa Bárbara, no me impidieron  entrar a la organización.

 Ya en la docencia conocí de excelentes y no excelentes alumnos que escondían su  filiación católica por temor  a ver tronchado su futuro profesional. Incluso, no olvido que tuve como “tarea” lograr, junto a otros,  que Miguelito Ray, con su adolescencia ya Ministro de la Secta Testigos de Jehová , abandonara este servicio y lo alcanzamos, se convirtió en un excelente médico que en los años duros del derrumbe del Muro, dejó el hábito de curar cuerpos para ser un bici taxista en la Habana Vieja.

 Nada es tan cierto como que los años no pasan por gusto. La Revolución se fue fortaleciendo, se institucionalizó, refrendo en su Constitución la libertad religiosa, dos papa, primero  Juan Pablo II en 1998 y ahora Benedicto XVI reconocieron la obra humana, imperfecta,  de la  Revolución y llamaron al fin del bloqueo económico desde los Estados Unidos contra la Isla.

 

Yo, no llegue a papa, pero nada, para bien, es ya igual.

1 comentario

Rosa -

Leyendo ese artículo sobre el Papa de Falla,recordé una anécdota del año 71.
En la tienda donde trabajaba tu mamá,vendieron unos pasadores plásticos,que era
un ramito verde,con unas fruticas rojas.Esas fruticas podían ser tomatitos,o fresas
cualquier cosa,menos uvas,ya que éstas no son rojas.En esa época tener un pasador
plástico,era mucho caché.El pasador se prendía a la blusa con un alfiler que traía y
su valor,una basura.Pues bien,me compré el adorno y lo llevé a la Sec.,hasta que un
mediodía se aparece Juan FEEM,lo recuerdas?y me dice que ese adorno era alegórico
a las Navidades y como desde el año 70 no se celebraban,era incorrecto que una prof
lo usara.
En los años 80,estudiando en el Pedagógico,leí :La enfermedad Infantil del Izquierdismo,
obra de V.Lenin y me acordé de Juan FEEM.Cómo hubiera sido el mundo si Lenin
hubiera seguido dirigiendo la URSS.En los noventa,llegó a la cátedra de Marxismo
una revista de Ciencias Sociales,que traía unos apuntes que estaba escribiendo él cdo
el atentado y que nunca Stalin,permitió publicar y donde reconocía Lenin que se había
cometido un error al eliminar totalmnte la propiedad privada.Pues reflexionaba y decía
que según Marx,sólo debía ser la prop. social sobre los fundamentales medios de prod.
Lo que significa la tierra,la electr.,pero no la dulcería de Mongo Vila ni el taller de palillos
de tendedera de Pedrito la Chiva.