Robo de niñas y niños en Cuba
Así se confirma en el diario La Verdad, en el Estado de Yucatán, México, por un reporte desde Cancún del periodista Luis A. Hernández. (Alerta en Q. Roo por robo de niños).
La realidad es que en el Estado de Yucatán, en México, poco, o nada, se dice sobre Cuba. No es noticia, ni tan siquiera en Por Esto, periódico tradicionalmente muy cercano a la Revolución.
Hace unos días en La Verdad, de reconocido prestigio, se hacía alusión al robo de niños en el estado fronterizo de Quintana Roo, donde solo en uno de sus municipios, el Benito Juárez, en los últimos tres años se han registrado entre “cinco y seis mil denuncias por robo de infantes; en su mayoría sufren explotación sexual, laboral o de tráfico de órganos, presuntamente enviados a los Estados Unidos”.
Miles son los que en esta nación sufren de esta situación con un primer lugar en Veracruz, Acapulco el segundo y en tercero, Quintana Roo.
Pero lo que más me llamó la atención es que en este periódico (21 de enero 2014), se afirmaba categóricamente que “México, Cuba y Estados Unidos, encabezan la lista de países donde más se registra el robo de niños, que va desde recién nacidos hasta los 12 años.”
Vaya, no me podía quedar con eso por dentro. Tengo tres hijos y nunca tuve la preocupación por una situación de ese tipo y estoy convencido que esa posibilidad no existe. Robo? o secuestro? Y menos para su tráfico. En Cuba se “pela al moñito” al ciudadano cubano o extranjero que se le ocurra vivir de ese crimen.
Imposible. De que si han existido niñas y niños introducidos en la prostitución infantil, esencialmente a partir de los 90 con ese maldito “período especial”, muestra de una profunda crisis económica y de evidente incapacidad de dirección, es una realidad convivida con la aprobación de la familia y una práctica severamente castigada por el Estado cubano.
La tranquilidad ciudadana, con sus excepciones, pero sin llegar a ser preocupante, la garantía de estudios y de su continuidad, con peores o mejores docentes, la atención preventiva a las gestantes y recién nacidos con un sistema de vacunación del primer mundo que asegura años tras años una tasa de mortalidad infantil a igual nivel, hacen que niños y niñas en Cuba sigan siendo prioridad de la Revolución.
Ah!, que no todo es color de rosas es verdad, pues aún con esas posibilidades para las niñas y niños cubanos, los que viven en barrios marginales como El Cartón, en Falla o Corea, en la ciudad de Ciego de Avila, , concepto oficialmente no reconocido, no pocos coexisten con la pobreza o extrema pobreza, términos tampoco “aprobados”, por depauperación extrema en el salario mínimo que no permite una vida digna en la familia aún cuando educación, atención médica y la ausencia de robos de infantes, están garantizados.
Saquemos de esa lista a Cuba, aún cuando lo cortés no quite lo valiente.
1 comentario
Juan Carlos Loredo -