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Serà nieta

Serà nieta

Una noticia que me saturó de felicidad.  Me extrañó, y alarmó, que mi hijo Yasser quisiera hablar conmigo, exclusivamente conmigo. Era una primicia, Nahiely traía en su vientre una niña, es decir, mi nieta. Lo cierto es  que ya todo el  mundo en casa lo sabía, menos yo.

 Después de tantos machos en la familia, eso es tremendo acontecimiento, aunque en verdad un  nieto o una nieta es lo mejor que le pueda pasar a uno y si es real eso de que  a los nietos se quieren más que a los hijos, que se prepare esa chica, pues yo adoro a los míos. También es verdad que con Yasser, el primero, todo fue diferente, estaba más joven, “loco” con él.  Recuerdo a una vecina, allá en Maidique, que se llamaba Marina que decía:  ”Ese hombre no puede ser periodista, lo mismo hace como un caballo, un perro, un gato... Corre para allá y para acá con ese niño arriba, se tira en el piso…”. Yo lo disfruté y ese cabròn no quiso cuna  y estuvo sus siete primeros años de vida durmiendo encima de uno de mis brazos. Dicen, que es un peligro, no lo dudo,  pero yo me sentí muy bien. Masoquista al fin.

Y quizás por ello, por haber estado pegado a mi tantos años, cada vez que me ausentaba por unos días le daba fiebre y solo cuando regresaba se ponía bien, contento. No es ficción, fue así.

 Ahora, Yasser con sus 24 años va a ser padre.  Y en la familia estamos muy contentos por  ese acontecimiento  y más al recibir la noticia de que es hembra. Según el ultrasonido y los reportes genéticos, todo indica que será igual a su abuelo paterno y ya de por sí será muy chula, graciosa, hermosa.

 También esta muy contento su tío Erneido, aunque no le gustó mucho la gracia de que fuera hembra, pues apostó y perdió  la mitad de su salario que dedicara, a su primera sobrina. Ahora la duda es si cumplirá su promesa.

 Nahily, la futura madre, está  que es amor puro y reconoce que ella y Yasser “ hacemos una pareja muy linda, nos enorgullecemos el uno del otro , aunque también cagadito al padre ( se refiera a mí),  se le van los ojos y eso me pone los pelos de punta”. Bueno, a los 57 años, solo me quedan los ojos.

También asegura que la bebé le ha confesado internamente, y eso que nadie lo dude: “Coño, mi mamá me engañó, un padre loco, unos abuelos locos (los paternos, seguro) y un tío (Yadier) que escucha reguetòn. Esto no es lo que me enseñó en la barriga, eso de la música clásica no existe! jajajaja!!

La abuela paterna está  “loquita” por volar y estar allí el día del parto, bueno, éste no se queda atrás, pues es un momento muy, pero muy importante.  Debo reconocer que son muchas las oraciones y los rezos pidiendo que para esa fecha estén flexibilizadas las rígidas disposiciones que hoy determinan en   las salidas y entradas  al país. Que Dios oiga nuestras, me incluyo, plegarías.

Nosotros estamos muy  contentos, pues nuestros hijos están felices. Yasser será un gran padre, pues modestia parte ha tenido muy buenos padres, Nahiely, es la mujer de la constancia, de los retos cumplibles, de la sencillez, la humildad y del amor demostrado por nuestro hijo.

Los abuelos maternos no estarán, no podrán disfrutar corporalmente de este acto de amor, pero desde cualquier parte no dejarán de estar ahí, al lado de su hija y  primera nieta, proporcionando aliento, apretando su mano, besándole en la frente,  dándole, en el silencio y en lo intangible, palabras de amor, de seguridad  y de eterna felicidad.

Coño, como falta para  octubre.

1 comentario

Sofía del Valle -

Roberto, muy emocionante tu relato. Un abrazo a todos.