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Educaciòn y salud no pierden su gratuidad en Cuba

Educaciòn y salud no pierden su gratuidad en Cuba

Por Roberto del Valle Menéndez

Resultan  dos principios básicos en la sostenibilidad de la Revolución cubana en estos cincuenta años de su existencia. Sin embargo, en mayo de 2004 se aprobó  una Comisión para Asistir a una Cuba Libre que pasó a llamarse Plan Bush.

Su esencia? Todo un programa para destruir a la Revolución. Han transitado cinco años, el Presidente Bush dejó la Casa Blanca  y  la Revolución continúa su camino.  Según el plan previsto los servicios de salud y educación se privatizarían y dejarían de estar al alcance de todos los ciudadanos y perderían su condición de gratuitos.

Mientras estos sueños se convierten en pesadilla, los delegados a  la Asamblea Provincial del Poder Popular, máximo órgano de dirección en l a provincia de Ciego de Avila, acaban de aprobar las directivas de desarrollo socioeconómico para el presente 2009.

En la Educación el presupuesto asciende a más de 164 millones de pesos, mientras que en la salud está en 161 663 500, las cifras más altas entre todos lo sectores no productivos.  Pero esto no es una particularidad en los avileños, pues ante los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular,  el 27 de diciembre último,  Georgina Barreiro Fajardo, Ministra de Fianzas y precios anunciaba que “dentro de la actividad presupuestada más del 63 por ciento de los recursos se destinan  a los sectores de educación, Salud, Seguridad y Asistencia Social”, y continuaba diciendo que “ los fondos reservados solo para estos sectores representan un 43.6  por ciento del total de los gastos del presupuesto del Estado y un 30.2 por ciento del producto Interno Bruto a precios corrientes planificado para el 2009”.

Es decir, aún cuando no se cerró con un 8 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto como estaba planificando para quedar en un 4.3 por las secuelas  de tres huracanes y lo planificado para el 2009 es de solo un 6 por ciento, la educación, la salud y la seguridad y asistencia social no pierden su condición de prioritarios y gratuitos.

Incluso, en esta propia sesión de la Asamblea Nacional, el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros afirmaba: “…hay que ir eliminando las gratuidades indebidas y los subsidios excesivos”, y más adelante sentenciaba: “Las gratuidades deben limitarse estrictamente a asegurar a todos los ciudadanos por igual cuestiones vitales como la educación, la salud y la seguridad y asistencia social, que junto a la cultura y el deporte, para mantener  incluso los niveles actuales, se requerirá productor más e incrementar los ingresos al presupuesto, pues los gastos crecen de año en año”.

En estos cincuenta años de Revolución, pese a agresiones militares, sabotajes, asesinatos de maestros, las secuelas  de un criminal bloqueo económico, financiero y comercial y  la existencia de una crisis económica generada por la desaparición del campo socialista,  tanto la  educación como la salud han mantenido la condición de hijos privilegiados.

El gran reto está en que en ambos sectores se haga uso racional y efectivo de cada recurso sin atentar contra  la calidad de tan imprescindibles y necesarios servicios que han dignificado la obra y la proyección de la Revolución.

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