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Recordarle

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Juana Moya, funcionaria en ese momento de la Asamblea  Municipal del Poder Popular en Ciego de Avila, corría por las escaleras del periódico Invasor como si  con su premura pudiera evitar lo ya inevitable. Apresurada preguntó por Migdalia, la directora y fue hasta su oficina.

La Jefa, como cariñosamente se le decía, le invitó a tomar un café o té, cortesìa que asumìa Nohema Dìaz, la fotógrafa, especialista en su elaboración. ¿Dime, qué te pasa?¨. ¨Migdalia, lo que se nos formó con la información de Del Valle de este sábado. Varios directores de empresas se enteraron ahí que ya no lo eran y fueron directo a ver a Piña, el segundo secretario del Partido¨.

Migdalia le requiere: ¨Pero tú estabas presente y sabes que Del Valle es periodista y ?le alertastes de no publicar sobre se asunto?¨!NO!, fue su simple respuesta.

Además, le recordó la Jefa que solo de ella era la máxima responsabilidad de lo que se publicaba.

Cubría una asamblea del Comité Provincial del Partido y su Primer Secretario, Alfredo Hondal, le pedìa al Delegado del MININT que le informara sobre la captura, a un año exacto, de los ladrones de más de un millón de pesos en el  banco de la ciudad. Al escuchar aquello me resultò lo más importante de esa reunión. Al día siguiente dos altos oficiales del MININT se presentan en la redacción pidiendo ¨sangre¨ por lo publicado por Del Valle. La reacción de Migdalia fue la misma.

A excepción de los primeros  secretarios que le siguieron, Hondal nunca se puso de intermediario entre directivos y funcionarios cuestionados en el periódico. Siempre exigió que ese debate fuera con la directora del Invasor, dàndole la autoridad que tenìa aunque en lo personal precisara con ella si lo consideraba imprescindible.

No hay un periodista de su mandato por más de 20 años que no tenga anécdotas sobre la posición de Migdalia ante quienes querían pasarle la cuenta a uno de sus trabajadores   por un tema espinozo abordado en Invasor. Pero intransigente ante el dato incompleto o falso, exigiendo que siempre se tuviera ¨debajo de la manga¨ más elementos de lo publicado para enfrentar las discusiones con los cuestionados.Y pobre del que perdiera ¨una batalla¨ por carecer de mas argumentos de convencimiento.

Acostumbrado a la manipulación de los directores d e medios de prensa en su natal Cinfuegos, Jorge Luis Tapia Fonseca, el primer secretario en Ciego de Avila, hoy en Camaguey, tomó como estilo convocar a periodistas para orientarles trabajos o requerirlos personalmente por inconformidades con su labor profesional. La Jefa montó en cólera y fue hasta su despacho.

¨Con todo respeto, la directora de Invasor soy yo. Si usted asume el cargo o decide que otro lo haga, no hay ningún problema, desde este momento renunció¨. Así, de simple y punto final. Abierta a la crìtica cuando se equivocaba, pero nunca propició el cuestionamiento directo a uno de sus periodistas por primeros secretarios, miembos del  Burò, funcionarios o jefes de departamentos ideológicos, esa función era de ella, de nadie más.

Y en la reunión matutina de cada lunes no solo decidía la politica editorial de esa semana, era la crítica oportuna para los errores cometidos en la edición del sábado anterior, sin la más mínima ofensa.

En su mandato logró la unidad del colectivo, su identidad, sentido de pertenencia, responsabilidad colectiva e individual, apego a la superación, a la ayuda a los jóvenes estudiantes de periodismo, a que el periódico ganara en credibilidad dentro y fuera de Ciego de Avila, a ganar concursos nacionales de periodismo y en los festivales nacionales de la prensa escrita...

En esta larga jornada d e homenaje a los trabajadores d e la prensa que concluye el próximo dìa 14 con el nacimiento de Patria por José Martí, bien se le pudiera recordar por su ejemplo de mujer directora.

Migdalia logrò en  Invasor un periodismo martiano.

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