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HISTORIAS DESCONTADAS ( CUARTA PARTE)

HISTORIAS DESCONTADAS ( CUARTA PARTE)

HISTORIAS DESCONTADAS (CUARTA PARTE )

 Sí, salí de Cuba con el cartelito de “no confiable ideológicamente”. Me fue impuesto por Teresa Mora, Jefa del Departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido en Ciego de Ávila y aprobado sin discusión alguna por los miembros de mi núcleo del Partido (los corresponsales de los órganos nacionales de prensa con excepción de la AIN), que radica en la Casa de la Prensa. Todos, para no perder la costumbre y una cuultura, sin sentido de la duda,  levantaron la mano en unánime aprobación.

Ya en abril del 2012 era “liberado” como presidente provincial de la Unión de Periodista de Cuba (UPEC) y el seis de septiembre se me separaba  de las filas del Partido. Ahí, en una tarde, desaparecían 42 años de vida política permanente, primero en la Unión de Jóvenes Comunista.

Al salir del cargo en la UPEC busqué trabajo en otros medios y solo las puertas se me abrieron en Radio Surco, lo que agradezco a  su colectivo y en primer lugar a Panchito, su director en ese momento.

Como era de suponer solicito mi traslado para ese núcleo, pero no estoy de acuerdo con la evaluación. Me señalan “problemas en el manejo administrativo de la sede de la organización”, de lo que yo era el máximo responsable. No estoy de acuerdo con ese señalamiento, reclamo y me citan para una reunión.

Ahí me encuentro con la participación de Teresa Mora, Jefa del Departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido, con su asistente y ayudante personal Avilio.

Mi descontento se afirmaba en una auditoria del propio Comité Provincial del Partido y del Departamento económico de la dirección nacional de la UPEC al hacer entrega del cargo, donde  no señalaba que tuviera, u hubiera tenido “un deficiente control de los recursos de la Casa de la Prensa.”

La realidad es  que no resultó el tema central mí reclamación. Se mantuvo los cuestionamientos administrativo, pero lo fundamental fue el haber dejado de ser  “confiable ideológicamente” por mis publicaciones en la página personal okcuba.blogia.com como el artículo “los amigos que tengo” y en mi Facebook. ()

Esa categoría en el interior de Cuba y más entre los llamados trabajadores ideológicos del Partido, es como ser terrorista. Ni más, ni menos.

Todos mis artículos se mantienen en mi página, en ninguno cuestioné ni principios ni la obra de la Revolución. Solo uno de ellos: “Lo que Invasor no publicó”,  se retiró de la red por indicación de Teresa Mora. Solo me refería, sin mencionar nombres, a un caso de corrupción a nivel de gobierno provincial e instancias administrativas de ese órgano en febrero del 2012 que el pueblo tenía derecho a conocer, pues los implicados habían sido elegidos por ese pueblo. Hoy todavía ningún medio de prensa ha reseñado qué sucedió con los implicados, una de las causas fundamentales de la carencia de credibilidad.

En verdad me había creído el discurso oficial sobre el papel de la prensa en la lucha contra la corrupción y otros males en nuestra sociedad, me había creído las declaraciones del VI Congreso del Partido sobre ese particular, me había creído las afirmaciones de cada Congreso de los periodistas sobre ese tema.

Hasta el propio Tubal Páez, Presidente nacional de la UPEC en ese momento, excelente persona, me llamó para insultarme, de forma muy descompuesta,  por ese artículo, donde yo ponía,   en juego, según él,  la confianza del Partido y del General Raúl Castro en los periodistas y prensa cubana.¿? Y yo creyendo, convencido de todo lo contrario.

La realidad es que los Comité provinciales del Partido se creen, y trabajan como “feudos” territoriales donde a su Primer Secretario no le conviene que sus problemas internos salgan de su demarcación y menos para el mundo. Se consumen en su propia salsa de logros, metas y proyectos. Tal es   así que a ningún periodista corresponsal de medios nacionales se les permite enviar trabajos críticos si primero no pasan por las manos de Teresa Mora en su condición de Jefa del Departamento Ideológico. Sin embargo, hay excepciones, pues José Luis Martínez Alejo, de Trabadores y Luis Falcón, de Radio Rebelde mantienen su compromiso con el pueblo y se hacen creíbles aunque los llamen a contar (¿Aún se mantendrán así?). Es solo decir la verdad.

También desde ese Departamento se deciden las coberturas, los periodistas que pueden o no asistir, e incluso si se publica o no. Así de simple.

También se pretendió, y se logró afectarme económicamente,  pues después de ser por muchos años el guionista principal y participante del programa en vivo En Cuestión, del Telecentro avileño, el miércoles 18 de julio de 2012, por indicación personal de Jorge Luis Tapia Fonseca, Primer Secretario del Partido en Ciego de Ávila y orientación directa de Tera Mora, Jefa del Departamento Ideológico, la directora de ese medio de prensa, Odalys, me suspendió el contrato. ¿Causa? El deterioro constante de los parques de la ciudad, incluso con actos de vandalismo como robarse, por dos ocasiones,  el machete del Generalísimo Máximo Gómez y  denunciar que esto se debía a la ausencia de la Guardia Cederista (CDR) y muy en particular por sugerir, solo sugerir, que ante esa situación la Policía asumiera la protección de esas instalaciones.

Una secuencia de hechos en mi contra llevó a la separación de las filas del Partido, era lo púnico que faltaba después de mi liberación al frente de la UPEC.

 Mi sanción la reclamé ante la Comisión Municipal de Apelaciones que no se dignó  en hacer la más mínima investigación y en julio del 2013, desde la Comisión Provincial, la compañera Lázara, Subdirectora de la Escuela provincial del Partido Mártires de Bolivia y vice de esa Comisión, me informaba que se me retiraba de la sanción lo referente  a “un deficiente control de los recursos de la Casa de la Prensa”, pero seguía “penado” por los problemas ideológicos.

¿Y qué?  Frase cortante, directa como en su contexto dijo el historiador, filósofo e ideólogo cubano, avileño por demás, Enrique Villuendas. 

¿Acaso se reunieron con todos los periodistas para expresarles que Del Valle no había desviado o había tenido mal manejo de los recursos de la UPEC? No, eso no era importante.

¿Impacto en la familia? Desastroso. El referente en la familia en lo más extenso de ese concepto quedaba a la deriva. En lo particular para mis hijos todo cambio.

Recordaré que antes de esa sanción las puertas que consideraba  abiertas en el Informativo de Radio Surco, las únicas entre los medios en la provincia, se cerraron de un día para otro. El día acordado para comenzar a trabajar, el lunes 18 de junio de 2012,  el director, Panchito, me informa que por decisión de Teresa Mora tenía que ser previamente aprobado por el Comité Municipal del Partido.

No lo podía creer. Después de 18 años al frente del gremio de periodistas, de 30 en el periodismo, y sin dejar de ejercer el oficio en la radio, periódico y televisión,  me veía a punto de quedar sin trabajo. Llamo de inmediato a Mario Rodríguez, el Organizador del Partido a ese nivel y tajante me expresa: “Roberto, desconozco de esa indicación, pues es la primera ocasión que se nos pide algo así. Nunca hemos decidido quien entra o sale de un órgano de Prensa, eso es del Departamento ideológico en la provincia”.

Me pide dos horas y que le vuelva a llamar. Quizás nunca había sido yo tan puntual. Me dice: “No te preocupes, ya hablé con Panchito y puedes comenzar en la Radio.” Le di las gracias y sentí un inmenso alivio.

Voy a ver al director, quien temeroso de la prepotencia y agresiva actitud de Teresa Mora  me informa que el ingreso a la Radio ahora dependía de la  aprobación por separado del núcleo del Partido, Sección sindical y delegación de base de la UPEC. Gracias a Dios todos estuvieron de acuerdo y agradezco a ese colectivo todo el apoyo que me dieron.

Yo no me arrepiento de mis años de vida política activa, de haber nacido y participado de la obra de la Revolución, de sus sueños, errores (demasiados) y realidades.

Solo pido que en una  próxima edición también me incluyan en el texto Historia de la Estupidez Humana, del húngaro  István Ráth-Végh (1870-1959). Solo ahí quiero compartir, aunque  desde una óptica diferente,  un espacio con Teresa Mora, la Jefa del Departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido en Ciego de Ávila.

 

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