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Mi artritis (I I Parte y Final)

Recuerdo que casi no dormí esa noche del 6 de septiembre, es la realidad. Hice un balance retrospectivo y las primeras manifestaciones de esta enfermedad las  encontré en marzo de 2008, coincidiendo con la jornada provincial de la prensa avileña, incluso con un acto nacional que se organizó de un día para otro en el centro EXPOCAV, motivo más que suficiente para tener síntomas de estrés.

 Seguí indagando en la memoria y en el 2010, también mucha alteración por esa jornada con diversas actividades que incluyó la presencia en la provincia del reconocido periodista Premio Nacional  José Martì, Luís Sexto, que quedó impresionado con la iniciativa de La Alameda de la Locución.

 Ya  a partir de ese instante, era una evocación  seguida de otra con cargas suficientes para provocar una enfermedad que “se caracteriza por el deterioro progresivo de la articulación y la pérdida del cartílago que es el "amortiguador" blando que cubre las articulaciones”.

 Mayo, septiembre y octubre  del 2011,  fueron desastrosos para mi salud.  No olvido  que coincidiendo con el festival provincial de la prensa escrita, en ese último mes,  la Doctora-Jefa de ese equipo interdisciplinario, de meritorio e incuestionable  prestigio profesional, llegó a verificar, para no cometer errores de apreciación, con  especialistas de la capital,  que confirmaron el posible dictamen final. En diciembre y en febrero se hicieron las últimas consultas. Con toda  propiedad, en muy pocas ocasiones hay contradicciones, lo que demuestra la valía de los de casa.

 No querían cometer errores. Y los comprendo y les felicito.  Ya en abril del 2012, nada indicaba un cambio  de criterio sobre el fallo que se me daría a conocer  este 6 de septiembre.  No olvido que el 2 de octubre, inconforme, logré una entrevista con un especialista de los buenos, del centro nacional de diagnóstico, que tajantemente me dijo: “Todo ha llegado a este punto, pues se perdió la confianza, no cumpliste con todas las observaciones preventivas que se te hicieron y lo primero es conservar tú salud”.

 Hago algunos ejercicios de rehabilitación, tomo algunas vitaminas, ingiero la glucosamine, gracias a un amigo y así ando poco a poco.

 Ya casi he olvidado que por algunos años fui un privilegiado con el acceso a la Internet, incluso hasta con blog personal (okcuba.blogia.com).  Solo mi esposa pone el grito en el cielo, pues he vuelto a la añosa práctica de archivar artículos de la prensa plana y afirma que eso convoca a las  polillas, y por otro lado cuando conoció de la subida del precio de los periódicos por el servicio de llevarlos a casa, ahí se puso en candela: -“¿No estás conforme con los precios que tienen los frijoles?, las noticias no se comen.”

 Sofì del Valle, española, republicana y antifranquista de sangre y pariente de corazón, me escribió: “Tú muro es un desastre, ya no se entiende quien es quien con tu ausencia. Saludos y cuídese”.

 En verdad, nunca más  he entrado a MI MURO en facebook.com. Debe estar como tierra de nadie mientras cumplo con las indicaciones en función de mi salud física y mental. Vuelvo al reclamo a mis amigas y amigos que en los propios Estados Unidos, España, México, Venezuela, Gran Bretaña, Argentina y otras naciones siempre estuvieron a mi lado en defensa de la Revolución.

 No dejo afuera a los de la Isla que siempre me han acompañado y a ese grupo de vanguardia en esta batalla de ideas,  a mis colegas avileños,  gladiadores del ciberespacio como Iván Paz Nogueira, Ortelio González Martínez,  Idania Pupo Freire, Jorge Luís Delgado Felipe, José Luís Martínez Alejo, Luís Enrique Falcón Saavedra,  Julio Juan Leandro, Filiberto Pérez Carvajal, Migdalia Utrera Peña, Mario Martín Martín,  Lubia Ulloa Trujillo, Magalys Zamora Morejón, Esther Rodríguez Carral, Gilberto San Juan Serantes, Nidia Justa Torres Hernández, Caridad Picart Trujillo, Héctor Hipólito García León, Juan Pedro Melo Pacheco,  Nairobis Terry Segrera, Mavis Ibarra,  Leonel Iparraguirre González , Bladimir Pérez Cuesta, Carlos González Ruiz, Julia Inés Nordelo Zayas, Néstor Edel Cardoso y  otros que espero, pese a los graves  problemas de conexión,  se mantengan ahí en el combate cotidiano desde sus muros y el mío  en facebook.com.

  Gracias por cada certero disparo.

 Bueno, agradezco a todas y todos los que en la red indagan por mi salud, me dan consejos prácticos para aliviar esta situación y hasta se ofrecen para enviar  medicamentos. Disculpen cuando no respondo a sus saludos, mensajes, invitaciones de amistad, ni cuando no felicito a los que cumplen año.

 Sigo con mi rehabilitación y bendiciones para todas y todos.

 Por suerte la  artritis no ataca al corazón.

 Feliz 2013, Año 55 de la Revolución.

 

Gracias.

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